lunes, 23 de enero de 2012

De mayor quiero ser maestroscuela...

  Dicen que los maestros son transmisores de conocimientos, según la RAE "persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo". Yo me considero con título, y con muy poca vergüenza para hacer uso del mismo y enseñar a mis alumnos y alumnas contenidos más o menos cercanos al currículum y a la programación que cada profesor debe hacer en un curso. Y para rematar a veces me adentro en transmitirles sentimientos y emociones, esas cosas que nunca se enseñan en una escuela.

  Andábamos pues en una clase de música de 4º de primaria, hablando de la música en la época medieval, obras de Juan del Encina e instrumentos como la vihuela... ¡qué derroche de dinamismo por parte de los editores de libros de texto, qué manera tan amena de acercar a niños de 9 años a la música antigua!
  Y cómo salvar mi prestigio de educador y hacer valorar la música como algo importantísimo en la vida sino pensando en verdiblanco... 

  Como algunos sabréis en la Ciudad del Betis contamos con una de las mejores orquestas barrocas a nivel nacional (si no la mejor), y a Valentín Sánchez (al que no tengo el lujo de conocer) entre sus componentes. A este músico no se le ocurrió mejor idea que hacer una versión de nuestro himno del centenario para orquesta barroca (sublime), convencer al director de la orquesta y estrenarla al final del concierto que cerraba la temporada de música barroca de la orquesta sevillana como bis (insisto en la importancia de esta orquesta a nivel nacional y europeo).
  Así pues, decidí terminar la clase de "música antigua" poniéndole a mis alumnos y alumnas el video de dicho concierto para que conocieran un poco más de ese estilo musical, aun teniéndome que saltar algún que otro siglo. Les explico un poco lo que van a ver, su título "Folía Bética", de dónde viene el nombre y todo lo que se me ocurría inventarme en esos momentos, al igual que hace el presentador del tema en el concierto.
  Transcurridos unos minutos un alumno aventajado, del atleti (hasta que se de cuenta), me dice: "Profe, ¡ese es el himno del Betis!"... 
Mi labor de educador musical va cumpliendo sus objetivos, mi labor como evangelizador verdiblanco también. Antes de que salgamos al patio les pongo la canción de Rafa Serna y les hablo de las similitudes musicales al tratarse de una versión. Y los niños y niñas de 4º de primaria bajaban las escaleras entonando el soniquete de "ole, ole, ole, ole, Beti olé"...

 "Folía Bética", que ustedes la disfruten:




Wan

Beticismo teleñequil


Decía la canción: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Así es. Esta tarde una sonrisa nos ha inundado el rostro al ver el siguiente video. Lo encontraréis en la tercera parte del vídeo, minuto 3.20.

¿Quién nos iba a decir que la Rana Gustavo era del Betis?


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Actualización: Aquí ponemos extracto del video para quien no quiera tragarse el resto de noticias sin interés ninguno.

miércoles, 18 de enero de 2012

Semana del Derbi en Escocia

La semana antes de un Betis-Sevilla en Escocia puede llegar a hacerse un poco rara. Más, cuando va para tres años (se cumplirán el 7 de Febrero) del último partido de esta índole que, por cierto, ganaron los buenos. Y uno, pese a la inmediatez del próximo derbi y el tiempo transcurrido desde el último, va echando en falta algunos síntomas que deberían haber aflorado en el ambiente.
Por ejemplo, entramos en un bar a los que aquí se les dice pá. Como a mi viejo. Y estamos ya a miércoles de prederbi. Sin embargo, nadie en el bar está hablando del partido. "Ummmmm, raro". Lo primero que se tiende a pensar: "Estos tíos son todos sevillistas, y aro, están asustaos. No se atreven ni a hablar del partido por la que le puede caer el día siguiente". Rápidamente se descarta ese pensamiento: No hay tanto sevillista, están contados y demasiada mala suerte sería que estuvieran todos en los dos o tres bares en los que yo he entrado. ¿Entonces? "Huele a chamusquina..."
(Antes de seguir, quiero hacer notar que yo, para nada, para nada soy hombre de bares. Ni en Escocia ni en Sevilla. Soy mucho más de Biblioteca-Library y de Iglesias-Churchs, lo que pasa, es que tanto en Sevilla como en Escocia, la gente en estos sitios está callada, por lo que la observación anterior no tendría sentido).
Otro ejemplo. Las radios. Enciende uno la radio a la hora de comer. A la hora de comer sevillana, que es, exactamente, una hora u hora y media antes de que empecemos a almorzar. La hora de comer es ésa en la que uno en el curro o en el coche empieza a estar "esmayao". Para comer todavía falta un buen rato pero se llama la hora de comer y ya está. Y se puede reconocer fácilmente porque es la hora en la que la emisoras empiezan a hablar del Betis y del Sevilla por la radio. Y si tiene uno la desgracia de estar cerca de una tele, es la hora en la que empiezan a salir cocineros y recetas para que un agujero en tu estómago empiece a tener vida propia. Decíamos, a la hora de comer, que pone uno la radio y ná. Ná de ná. Gente hablando en inglés. Música. Noticias extrañas. En inglés tó. Ná. Ni Seville Radio, ni Zero Wave Seville, Radio Point Seville, ni South Channel. Que no escucha uno ni unas palabritas de algún jugador venido de muy lejos, de tan lejos que no sepa que significa "guannío" o "chuchurrío", diciendo: "Son tres puntos como otros cualquiera, pero está claro que es un partido muy especial para darle una alegría a nuestra afición". "Ummmmm, raro..." Empieza uno a pensar si no estará en algo parecido al Show de Truman o alguna cámara oculta.
Otro ejemplo. El trabajo. Ni un comentario en lo que va de semana del tipo: "Ya veréis la que os va a caer. No me viá reí ná el lune". "Í, í, habla ahora que del sabadito palante vas a tené que estar callao"... y en fin, ese tipo de cosas. Ni un sevillista con un comentario. Ni un sevillista con un llaverito. Ni un sevillista. "Ummmmm, raro...". "¿Habré muerto y mi trabajo será ese sitio al que tras el Juicio Final sólo entran los justos?. No. Me habría enterado. No ha podido pasar todo eso y que yo no me entere. Alguien habría dicho algo en la Iglesia o algo habría leído en la Biblioteca. Es mu gordo pa habérmelo perdío".
El caso es que con todo esto, con todas mis sospechas, no hay menos ganas de que llegue el partido y ganarlo, aunque no pueda uno el lunes presumir de ello en el trabajo, disfrutar a la hora de comer cambiando de una a otra emisora para escuchar el enésimo análisis pormenorizado del encuentro o entrar orgulloso al bar a comentarlo (les recuerdo que en las Bibliotecas y las Iglesias no se habla). Y bien, tampoco es menos cierto  que se sigue notando esa inquietud pensando: "Ojú, como perdamos...", ni siquiera sabiendo, que por suerte, no habrá un seguidor del eterno rival al que aguantar en el trabajo, ni en el bar, ni habrá que dejar la radio intencionadamente apagada el lunes, a la hora de comer sevillana, un buen rato antes de almorzar.
POL.

martes, 17 de enero de 2012

Leon, un bético de las remotas Islas Shetlands


Esto de fundar una peña bética en el extranjero tiene recompensas muy gratificantes. Cuando hace más de un año decidimos embarcarnos en esta aventura, se puso en contacto con nosotros un tal Leon Johnson, un escocés originario de las Islas Shetlands, las más remotas del Reino Unido. En aquel primer email (luego ha habido muchos más) Leon nos comentaba que se había enterado de que íbamos a abrir la primera peña bética en el Reino Unido y nos preguntaba si podía venir a la inauguración a la vez que nos avisaba de que no hablaba una sola palabra de español. El 4 de diciembre de 2010 Leon vino al acto inaugural y nos sorprendió contándonos cómo se había hecho bético. Nos dijo que unos meses antes había estado en Sevilla y había aprovechado para ver un Betis-Valladolid que se jugó un soleado domingo por la mañana en el Benito Villamarín y en el que el glorioso salió vencedor. El beticismo estaba feliz por dos motivos: primeramente porque después de 3 o 4 años de penurias, el Betis empezaba a ganar partidos, y en segundo lugar porque el club volvía lejos del control del innombrable. Las crónicas, las de los periódicos y las de los amigos que fueron aquel día al campo, aseguran que el ambiente fue fantástico, festivo, con mucha guasa y encima se ganó (y se remontó) y la gente se fue a tomarse su cervecita reglamentaria con la tranquilidad que eso de ganar un partido y pasar un buen rato. Leon Johnson, acostumbrado a estadios fríos y más pequeños, alucinó con que en un partido de segunda división el campo estuviera tan lleno y entregado y se dio cuenta de que era bético. Así de simple.

Unos días después, fue a Madrid y tuvo a bien acercarse a ver un Real Madrid-Español que, según cuenta, le aburrió soberanamente y que el Santiago Bernabéu le pareció un estadio frío y soso, sobre todo al comparar esta experiencia con lo vivido unos días antes en la ciudad del Betis.

A su regreso a Escocia, Leon empezó a informarse sobre el Real Betis Balompié y dio a parar con el primer y único blog en inglés sobre el Betis y ahí se enteró de nuestra existencia. Desde entonces, no faltó a los dos partidos de Copa contra el Barça el año pasado y no vino a más porque no emitieron más por televisión ya que estábamos en segunda. Una vez subió el Betis, Leon ha estado viniendo habitualmente a ver los partidos en el Cuckoo’s Nest, el santuario bético en Edimburgo, y ha mamado beticismo a base de bien. El cruel día del Osasuna estuvo allí y al final del partido nos dijo, frustrado, algo así como que esto no compensaba y los allí presentes le estuvimos hablando del “manquepierda” pero, a decir verdad, no sé si le convencimos del todo. Sin embargo, días después, vimos el Betis-Valencia y cuando ya todo estaba perdido, apareció el Currobetis para dejar una sonrisa de satisfacción en la cara de un tío de unas islas muy alejadas de la ciudad del Betis que poco a poco va entendiendo que esto del Betis no es una cuestión de ganar o perder, sino de esbozar una sonrisa ante la adversidad.
Peña Bética Escocesa "No busques más que no hay"