Estimados béticos del Universo (y también a los de fuera del Universo, especialmente a los del cuarto anillo).
Subidos en nuestro planeta
completamos una nueva vuelta al Sol, al parecer la número 2011 desde que
decidieron empezar a contarlas. Aunque los béticos, bien podríamos
haber elegido el 6 de Abril 1935 como día cero de nuestra era
(andaríamos ahora a tres meses y pocos días de empezar el año 77), y Arcos de Jalón
(Soria) como lugar donde situar nuestro portal, allí donde nació,
estando de paso, el humilde bético a quien este año que acaba me dio la
oportunidad de conocer. Luis del Sol,
cuyo nombre sirve también hoy para nombrar la ciudad deportiva del
Betis, lo cual es un acierto absoluto, porque no se me ocurre mejor
ejemplo para la cantera, para los chavales que entrenan allí todos los
días, que D. Luis. Un ejemplo de generosidad en el terreno de juego,
según cuentan los que le vieron jugar, un futbolista inmenso,
incansable, entregado a el equipo y a los compañeros, y eso sí, una persona humilde y discreta fuera de los terrenos.
Tuve la ocasión de saludar y charlar con él apenas unos minutos. Y
claro, en un mundo donde a las estrellas del fútbol se las asocia con
anuncios de carísimos perfumes, con gafas de sol costosísimas y otra
serie de artículos en los que aquellos con déficit de educación,
formación y personalidad pueden gastarse los euros a centenares para
compensarlo, charlar un rato con D. Luis, a quien como mucho podemos
asociar con la imagen de un niño pequeño esperando impaciente en la
cocina a que su abuela le dé para merendar unos exquisitos trozos de pan
frito con azúcar no es sólo reconfortante para un bético que se
encuentra con un futbolista, entrenador, secretario técnico, figura y
emblema de su equipo, es reconfortante, en general, para cualquier ser
humano que sepa apreciar lo que significa estar al lado de alguien que
ha hecho cosas realmente grandes. D. Luis, que no sólo demostró su valía
profesional en nuestro Betis, sino que también contribuyó a que otros
equipos soñaran, por momentos, con ser casi tan grandes y tan mágicos
como nosotros (Real Madrid, Inter de Milán, AS Roma, selección española ó
CD Utrera), que ha ganado Copas de Europa, ligas, Eurocopas, que ha
impartido lecciones de fútbol y de vida en la ciudad deportiva que ahora
lleva su nombre y que debe seguir siendo uno de los grandes referentes
para todos los béticos, los trabajan en las oficinas del club, en el terreno de juego, en las gradas o al otro lado de la televisión o de la radio. El hecho de haberlo conocido en persona es otro de esos
pequeños detalles que hacen que, para uno de los miembros de la Peña Bética de Escocia, el año que acaba haya
sido un año un poco mejor.
POL.
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