jueves, 8 de diciembre de 2011

Ofú, dijo Darwin

Ofú. Esta es, con total seguridad, la palabra que más se oye en boca de los aficionad@s bétic@s. En las previas de los partidos, durante los partidos, al final de los partidos, al día siguiente de los partidos, cada vez que se va a abrir un periódico por la sección de deportes, al visitar un sitio web de información deportiva, cuando algún telediario termina con la información general y pasa a la sección de deportes (bueno, en este último caso no, ya que en este tipo de emisiones "informativas" sabemos que no habrá tiempo en los 40-45 minutos que suelen durar para hablar de deporte y mucho menos, para hablar del Betis. Se comentarán noticias del tipo: "Reportaje sobre el vello enconado en el pecho de Cristiano Ronaldo tras su última depilación" - 15 min; "Documental sobre las miradas de reojo de Mourinho al nuevo corte de pelo de Sergio Ramos."  15-20 min. etc. etc. Lo cual es un alivio, porque del Betis, casi mejor no escuchar nada últimamente, y menos en boca de infieles.")

En fin, ofú, que iba diciendo. Quizá haya quien pueda pensar que perder siempre duele, pero el caso es que, siendo del Betis, ya uno se ha acostumbrado tanto a las derrotas que éstas ya no menoscaban el ánimo ni la fe de los que seguimos creyendo que ser Bético es una de las pocas cosas serias serias que se puede ser en España. (No quiero ponerme a argumentar esta última afirmación recordando que vivimos en un país en el que se sigue aplaudiendo y venerando a los miembros de una monarquía trincona, a ensotanados enjoyados a los que se toma como referencia moral porque así lo ha querido un ser imaginario que los ha designado como interlocutores de los pobres y desamparados o a profesionales de la política que, con benevolencia, administran tu dinero para quedarse ellos sólo con lo justo para vivir y mantener a algunas generaciones familiares aunque se dé el caso de que, por lo que fuere, tuvieran que dejar de vivir de la política; mientras, desde su superioridad y con tono condescendiente, te recuerdan que has de hacer un esfuerzo algo mayor si quieres que te permitan seguir disfrutando de todo eso que, eso sí, vas a seguir pagando. Creo que no es éste el foro adecuado). Pero aun así, decía, que el dolor que producen las derrotas y contra el que pensábamos estar ya vacunados, anestesiados, ese dolor que se transmite por una parte del sistema nervioso que los béticos ya creíamos totalmente atrofiado gracias a un nuevo paso de la evolución adaptativa (sería materialmente imposible que la especie bética siguiera viviendo y reproduciéndose para asegurar la supervivencia de la susodicha especie si nuestro sistema nervioso no se hubiera vuelto indiferente a ese dolor), a veces vuelve a mostrarse, aunque sea sólo para recordarnos lo que es ese sentimiento. Ocurre cuando por dos semanas seguidas perdemos en el descuento. En el primer caso, en casa y tras remontar un 0 - 2 tras nosecuantos miles de minutos sin marcar un gol, y de repente llega en el descuento un especimen de no sé qué tipo y pega un pelotazo desde 50 metros colando el balón justamente por todo el manquepierda, y el segundo, tras remontar a domicilio, luego de una segunda parte en la que el rival sólo pasa del medio del campo una vez, en el descuento, para que le hagamos una falta cuyo lanzamiento al lado del portero entra exactamente por el mismo sitio que explicamos anteriormente. Estamos en pleno proceso evolutivo adaptativo, y probablemente, generaciones posteriores de béticos, más adaptadas y más evolucionadas sean capaces de sobrevivir mejor a este tipo de circunstancias. Pero a mí se me sigue escapando un Ofú cuando me hacen vivir en estas extremas condiciones.

Ofú, es lo que pienso cuando me confirman mis antiguos compañeros de trabajo que celebramos la típica reunión navideña el sábado 10, a mediodía, cerquita del campo del Betis, para que los que queramos asisitir luego al Betis - Valencia (20:00 horas) podamos hacerlo sin problemas. Ofú. ¿No podíamos haber quedado en algún lugar aislado de los Picos de Europa? A poder ser, sin cobertura para teléfonos móviles, al que no llegue la línea de teléfono, donde no se sintonice ninguna emisora de radio, aislado por carretera y que no salga en el Google Maps. A 25º bajo cero si hace falta. Creo que estoy más preparado para adaptarme, con el mínimo dolor, a esas condiciones. Y además, así me ahorro enterarme de si Cristiano Ronaldo ha cambiado de esmalte de uñas para las vísperas de festivos, porque en el caso de producirse una nueva derrota del Betis, como ya decimos, esta no va a doler.

Ofú.

Moraleja: Todos sabemos que volveremos el sábado al estadio con nuestra ilusión intacta, sabiéndonos seguros de la victoria. Y allí estaremos.

POL.

2 comentarios:

  1. ofú,que grande es ser bético y no todo el mundo puede serlo....

    ResponderEliminar
  2. No passsa nada. Manquepierda.

    ResponderEliminar